Un nebulizador transforma el medicamento líquido en niebla, lo que le permite inhalar el medicamento directamente en las vías respiratorias. Los nebulizadores suelen ser utilizados por niños o adultos con resfriado, asma o enfermedades respiratorias.
Si tiene asma, no necesariamente necesita un nebulizador, ya que puede usar un inhalador de polvo seco para su medicamento. Un inhalador de polvo seco suele ser tan eficaz como un nebulizador, pero un nebulizador requiere menos esfuerzo para administrar el medicamento. Le recomendamos que se ponga en contacto con su médico para saber si un nebulizador es la mejor y más sencilla forma de obtener el medicamento que necesita.
¿Cómo uso un nebulizador?
Lávese las manos con jabón antes de usar el nebulizador. De esta manera no se transfieren bacterias al nebulizador.
Abra el recipiente del medicamento y llénelo con medicamento. No llene demasiado y tenga siempre en cuenta la cantidad máxima de llenado recomendada. Nota: Use el medicamento únicamente según el consejo de un médico y verifique la duración y la cantidad de inhalación adecuadas para sus necesidades.
Inserte la boquilla en su boca o coloque la mascarilla sobre su boca y nariz. Inicie el dispositivo usando el botón de encendido/apagado.
Respire lenta y profundamente, contenga la respiración brevemente (de 5 a 10 segundos) y luego exhale rápidamente.
Asegúrese de apagar el dispositivo después del tratamiento. Limpie todas las piezas con agua caliente. Ahora puedes empezar con la desinfección. Para la desinfección lea el manual de su nebulizador.
Beneficios de un nebulizador:
El usuario no necesita poder respirar con fuerza, lo que hace que su uso sea muy cómodo, especialmente para niños pequeños.
Fácil de usar para tomar grandes dosis de un medicamento.
Hoy en día existen pequeños nebulizadores portátiles que son fáciles de llevar gracias a su tamaño limitado.
Encuentre el nebulizador adecuado en Oxigo, haga clic aquí para ver nuestra gama de productos.
